miércoles, 28 de julio de 2010

Sobre "Selection Bilingüe de Instituricen" de Martín Brauer

(...) La obra es una bufonada en la que se presenta como institutriz teutona con tirolesa indumentaria y trencitas a tono y el blanco de sus sátiras es con no poca profundidad el profundo error alemán de pretender eficacia y control en asuntos que exigen una intervención afectuosa
Nos reímos así del voluntarismo germánico en el que temas tales como la soledad y la muerte pretenden ser "naturalizados" o la escatología en una parodia brilante al humor alemán es "algo que nos une culturalmente porque argentinos y alemanes coincidimos en hacer caca"
(...)
Con la misma fuerza inmediata nos impacta antes que el contenido desternillante, el desopilante acento alemán, toda una pronunciación contra la melodiosa ligadura de vocales y la elusión de tés y gés finales siquiera suavizadas: a fuerza de hieráticos hiatos y de sintaxis dislocada Laura nos remite al Dr. Heriberto Spock oficiado por Marcos Mundstock en uno de los más recordados sketchs de Les Luthiers

El teatro pedagógico de Brecht, del cual Laura es docente, ayuda a hacer didáctico lo ridículo del material didáctico alemán real con el que se comprimen saberes enciclopédicos, así como nos enseña a tomar distancia del misticismo vegetariano y a reirnos de su flauta mágica, verdadero hallazgo que satiriza la noble y bucólica búsqueda pastoril, provinciana y pueblerina de una federal inclinación algo servil alemana en la que la más sofisticada tecnología está al servicio de primitivos ritos ancestrales levemente pueriles

Si el argentino abraza el ideal de la improvisación genial y acaricia la esperanza de un acierto mágico, aquí la alemana da la mano al ideal de la previsión acorazada y da unos diplomáticos golpecitos en la espalda a la esperanza de no dejar nada librado al azar.

El formato algo grosero del clown contribuye a que se hagan visibles e hilarantemente incongruentes las sutiles paradojas de lo gestual y lo verbal. No hay niño que no ría con sus anatemas condenatorios invariablemente encabezados con un "No me molesta paga nada..."

La felicidad de ver con qué flexibilidad Laura se ríe de la rigidez y con qué timing perfecto se burla del culto a la precisión hace que le augure promisorios futuros. El hecho de que su mejor obra hasta el momento sea también la primera de su íntegra autoría habla muy bien de ella, aunque en ella ella no hable muy bien el español, clago.

Como hermano de la dramaturga y actriz presenciar un fenómeno así me parece fenómeno: me llena de orgullo. Así que si en lo sucesivo no le reconozco toda la medida a su talento ya saben por qué es: por orgullo

2 comentarios:

  1. anoche la vi en tzavta/hashomer hatzair: muy buena produccion, para reirse de las cosas serias de la vida -no solo de origen aleman-. excelente!

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  2. Amo a Cloten. Un espectáculo impecable, para reirse hasta el cansancio.

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